Impresiona el nivel de impunidad con el que PP maneja en Madrid la política. En el 2009 salta el escándalo de los dos diputados de la Asamblea y un consejero, imputados en Gürtel por delitos muy serios, relacionados con la corrupción y con imposición de elevadas fianzas. Esperanza Aguirre, después de un tiempo de apelar a la presunción de inocencia, cuando las evidencias fueron inapelables y calculando el momento justo, anunció que los imputados renunciaban a pertenecer al Grupo Popular de la Asamblea y que -cautelarmente- se les suspendía de militancia. En aquel momento, surtió efecto y consiguió el objetivo que pretendía : transmitir que tomaba medidas rápidas y contundentes .
El gran problema es que no dejaron el acta de Diputados -ni desde luego el PP tensionó para que lo hicieran- para beneficiarse del aforamiento y sus ventajas durante el proceso. El PP alegó que eso era una decisión personal. Esto suponía -ni más ni menos- la posibilidad de conformar grupo mixto y gozar de beneficios políticos, económicos y de medios añadidos. Un escándalo, claro. Por ello plantearon la creación de la figura de los “no adscritos” en una pírrica reforma reglamentaria para evitar el bochorno institucional de que no sólo mantuvieran escaño sino además pudieran ser financiados adicionalmente , con dinero público, con grupo propio. Todos conformes, el PP simulaba tomar medidas, ellos continuaban como diputados y Esperanza Aguirre se proclamaba la campeona de la contundencia. Esa era la hoja de ruta del gobierno Aguirre para minimizar daños por la corrupción. En el debate ya advertimos que todo era un simulacro , que permitía mantener el aforamiento, salvar la cara del PP y -por supuesto – seguir con su condición de diputados.
Los hechos nos dieron la razón y con posterioridad, votaron todas las propuestas del PP sin excepción- cuando estaban presentes- y desde luego nada ha indicado en este tiempo en la cámara la más mínima tensión entre el PP y estos diputados. Sólo la oposición criticaba sistemáticamente la evidente situación de “entendimiento cordial “.
Ahora en el último acto de cinismo, a menos de una mes de las elecciones, dimiten de su condición de Diputados y alegan responsabilidad. ¿Responsabilidad ? ¿ después de meses ocupando el escaño, utilizando de forma perversa el régimen de aforamiento para tener garantías añadidas frente a unas gravísimas acusaciones de corrupción, fraude fiscal, aprovechamiento personal ?
La cruda realidad es que todo se hace para evitar que acabada la instrucción, se pueda abrir el caso en los próximos periodos electorales. Su- renuncia responsable – implica ahora cambios en el procedimiento . Ya no les interesa en esta fase la condición de aforados, porque su pérdida -precisamente en este momento – puede implicar eternizar el proceso que -sin duda- deberá reiniciarse . Con con un poco de suerte y poderosos gabinetes de abogados todo estará en riesgo de prescripción . Entre tanto Garzón en el banquillo .
Eso si, entre tanto, píldora a píldora han ido colocando su estrategia para minimizar los daños al PP y al gobierno Aguirre y su estrategia de comunicación de actuaciones contundentes . Hay que reconocer - decían algunos tertulianos de todo signo y color – que frente a Camps , Aguirre ha reaccionado con rapidez. En demasiadas ocasiones , muchos medios han caído en la trampa. A veces no sólo los políticos cometen errores, en el enlace está el video donde lo advertíamos. Ahora vemos los resultados, son una vergüenza para la política y para las Instituciones, pero desde luego hay muchos responsables y también conviene ponerlo de manifiesto.